Mientras vivĆ en Toledo, EspaƱa, un #VeranoTraidor, nos juntamos un grupo de estudiantes para ir a mochilear a travĆ©s de Europa. La idea era llegar al mayor nĆŗmero de paĆses. Arrancamos el viaje con paradas a comer tapas, pequeƱos bocados, muchas cervezas en los trenes, con tan mal cĆ”lculo, que para cuando llegamos a Alemania, a la que nos habĆamos desviado mi compaƱero y yo, no tenĆamos casi nada de plata, y sĆ unas maletas llenas de mugre. Mientras la espalda se torcĆa, ya no con el bello arco de mi memoria, sino hacia adelante, como emitiendo un sonido gutural de lamento, no nos daba la cosa sino para un par de atunes, que mezclĆ”bamos con pan y que compartĆamos con otros extranjeros, mĆ”s sabios que habĆan guardo mĆ”s para el final de trayecto, y podĆan juntar los sĆ”nduches con un vino aguantador, que mirĆ”bamos con envidia. Lo del atĆŗn fue a mĆ”s, ya era un atĆŗn casi molido, en un aceite sin escrĆŗpulos y con sĆ³lo medio pan. Pero para esos dĆas llegaba a encontrarse con nosotros mi hermana, quien siempre ha manejado bien el bolsillo. VenĆa limpia, bonita, fresca, mientras nosotros cometĆamos el improperio mĆ”s grande de la historia, que fue brindarle un poco de atĆŗn. Masacrados, nos dejĆ³ la lata y se fue con un alemĆ”n que habĆa conocido en el tren, a comer buenas salchichas. No nos trajo ninguna, pero me habilitĆ³ de euros, que nos sirvieron para llegar al Piamonte, en donde cerrĆ”bamos el viaje, antes de volver a Madrid. Ya en TurĆn, bella y rodeada de montaƱas, fuimos a un restaurantico pequeƱo y mientras pedĆamos la especialidad de la regiĆ³n el Vitello Tonnato, oĆamos las voces que se mezclan con el piamontĆ©s, el occitano, el francĆ©s. Cuando llegĆ³ el plato a la mesa y lo probamos: nos miramos al instante, Ā”no podĆa ser!, Āæera una broma macabra, un manotazo del destino, nuestra cruz de ropa sucia? SĆ, sabĆa a atĆŗn, porque estaba hecho de atĆŗn, asĆ que nos tomamos la copa de Barolo, sonriendo, pensando en que este plato, nos recordarĆa siempre, como hoy para ustedes, la belleza de los caminos andados, aunque sean sucios y pesados, porque tendrĆ”n al final la recompensa del trayecto que uno ha escogido.
Para escuchar #VeranoTraidorĀ deĀ @VilmaPalmaeVampiros
mientrasĀ preparamosĀ un...
Para 4 personas.
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INGREDIENTES
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1 kg de solomito de cerdo
1 huevo de finca muy fresco
200 ml de aceite de girasol
50 ml de aceite de oliva extravirgen
120 gramos de atĆŗn en agua bien escurrido
20 gramos de alcaparras
8 unidades de anchoa
10 ml de zumo de un limĆ³n
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En una sartƩn bien caliente sellamos por todos los lados el solomito,
previamente condimentado con sal y pimienta.
Lo dejamos dorar y lo trasladamos a un horno a 200 grados por 10 minutos,
sacamos y dejamos reposar hasta que estƩ a temperatura ambiente.
Lo envolvemos en papel film y lo ponemos en el congelador por 1 hora.
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Mientras en una batidora de mano ponemos primero el huevo, el limĆ³n, las anchoas,
el atĆŗn, las alcaparras y trituramos muy bien. En forma de hilo vamos incorporando
el aceite de girasol y terminamos con el aceite de oliva. Se pone a punto de sal y listo.
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Sacamos del congelador nuestro solomito y lo cortamos en lonjas a nuestro gusto.
A mĆ me gusta rojo por dentro, pero eso depende de cada uno. Lo decoramos con nuestra salsa, alcaparrones, aguacate, un poco de pimienta, aceite de oliva y alcaparras fritas.
Se sirve muy rico con unas rodajas de pan ciabatta tostadas,
y la crema de atĆŗn a un lado para ponerle mĆ”s