Mi papĆ” tiene una mano suave que sabe poner sobre la mĆa cuando menos lo espero y de una forma en la que me derrite en instantĆ”nea. Esa misma mano pega lo que se rompe en la casa, maquetea los sueƱos de los lugares que hemos habitado, arregla y construye lĆ”mparas, junta cables, hace estuches para joyas, mueve la raqueta rĆ”pido y curioso en el tenis, se electrocuta de cuando en cuando, pasa las pĆ”ginas de āHazlo tĆŗ mismoā con ganas, contempla la mano de mi mamĆ” y en mi niƱez hacĆa los sĆ”nduches de los domingos. Eran pulidos, como todo en Ć©l: cortaba en lonjas muy finas el tomate y la cebolla, sin complicaciones tomaba lo que hubiera en la nevera y lo combinaba de una forma magistral, siempre con mostaza, a la que yo amo profundamente por su sabor fuerte, sabio, picante y claro. Seguro tenĆa jamĆ³n y queso de Rica Rondo, que era lo que compraba mi mamĆ” en su Ć©poca para los dĆas en los que no iba a cocinar. No recuerdo que fuera muy comĆŗn tener embutidos en la casa, tal vez sĆ³lo ese jamĆ³n o de pronto era una mortadela econĆ³mica que nosotros disfrutamos siempre como un manjar. Lo rico era la forma en la que mi papĆ” hacĆa que parecieran una obra maestra. Tres rodajas del pan de Mamipan: en la primera capa, el tomate, la cebolla, un poco de #LimĆ³nySal, el jamĆ³n, el queso, otro pan y venĆa la mayonesa, las aceitunas que se guardaban de las anchetas que le daban en diciembre, a veces unos trocitos de anchoa, y mĆ”s mortadela, queso y la mostaza que abrĆa y cerraba el sĆ”nduche. AsĆ fueron los domingos hasta que llegĆ³ Presto y cambiĆ³ la rutina. Me parecĆa que mi papĆ” era el que habĆa hecho la receta de esas fantĆ”sticas hamburguesas que empezaron a ocupar un espacio en nuestras vidas. TenĆan una salsa, que mezclaba la mostaza con la mayonesa, pero aƱadĆa algo mĆ”s, un ingrediente secreto que lograba que la carne delgadita, que ahora verĆamos con recelo, fuera casi un aderezo de la combinaciĆ³n, un complemento bien ubicado, en medio de la tocineta y el pan. El amor por Presto fue inmediato y colectivo. Entre los sĆ”nduches de mi papĆ” que alternaban con las hamburguesas, los domingos en mi casa fueron siempre en la noche dĆas de jĆŗbilo gastronĆ³mico, cuando salir a comer no era una costumbre, en ese Cali, que apenas empezaba a abrirle las puertas a un mundo insospechado de sabores y posibilidades. De allĆ en adelante la preciosa junta entre el pan y los diferentes ingredientes ha ocupado la mente de casi todos los que pertenecemos a mi generaciĆ³n. Creo que por eso tenĆa una deuda con esa comida, que era todo menos rĆ”pida, que era el foco familiar y que no traĆa consigo la connotaciĆ³n de soledad y televisiĆ³n empapelada de salsa sobre una cama, sino por el contrario, el refinamiento y estilo de las mejores reuniones encima del mesĆ³n de la cocina. El domingo podĆamos meterle la mano a los ingredientes que el resto de la semana paseaban solos por los fogones. Mi sanducherĆa es un homenaje a esos dĆas, a las noches con los dedos sucios, al reguero de salsas y trocitos de tomate en el piso, a la risa de mi hermanita, a la que todo le causaba gracia. AsĆ pues, aquĆ les dejo una hamburguesa para que hagan este fin de semana, y se den un baƱo de bacanerĆa familiar, que a veces, y sin darnos cuenta, tanta falta nos hace.
Para escuchar #LimĆ³nySalĀ deĀ @JulietaVenegas
mientrasĀ preparamosĀ una...
Para 4 personas.
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INGREDIENTES
4 panes brioche de hamburguesa
600 gr de caderita de res pasada por el cortador choricero dos veces
200 gr de panceta de cerdo pasada por el cortador choricero dos veces
Sal
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PARA LA SALSA
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Ā¼ taza de vinagre de arroz
Zumo de 1 limĆ³n
2 cucharadas de mostaza dijon
2 cucharadas de miel
1 cucharadita de sal
Ā¼ de taza de aceite de oliva
4 cucharadas de mayonesa
Si les gusta un poco de ajĆes picaditos
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PARA ARMAR
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8 lonjas de queso muenster o un buen colby Jack
Lechuga
Rodajas de cebolla
Ramitas de cilantro
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Para decorar un tallo pequeƱo de cebolla larga y ramas de cilantro
Para armar la carne s se combinan la caderita y la panceta con un poco de sal.
Sin apretar se les da forma. Se ponen las hamburguesas a la parrilla o a la plancha sin aceite. Una vez consigan el tƩrmino que mƔs les guste, yo les recomiendo un poco menos de tres cuartos, le ponen el queso encima y lo llevan al horno a gratinar por tres minutos.
Mientras se gratina la hamburguesa se meten los panes al horno para tostar un poco.
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Para armarla se pone la salsa y encima lechuga, la cebolla, la hamburguesa con el queso,
ramitas de cilantro. El excedente de salsa se puede utilizar para unas buenas papas fritas.