El cerdo es una carne maravillosa, su grasa casi dulce nos deja dormir en su regazo, nos permite contemplarla mientras se diluye en nuestra conciencia y nuestro recuerdo. Pareciera que con él volvemos al principio del mestizaje, en el que los esclavos con el tocino que quedaba y su nostalgia, nos regalaron productos como este, que sumado a las especias, la frescura de las uvas Isabella, y la melancolía colectiva de la conquista, nos dejaron a nosotros las posibilidades abiertas para comprender que las mezclas, nos nutren de placer y no de violencia. Este plato funde en el juguito que sueltan los chorizos las seducciones sutiles y contundentes, para que #CuandoPaseElTemblor de los aromas en nuestra cocina, podamos trocear un buen pan caliente, y mojar en la salsa, todo el cansancio del final del día, con una buena copa de vino tinto, amañado en choricitos que envuelven con cariño nuestra bella tierra vallecaucana.
Para escuchar #CuandoPaseElTemblor de @SodaStereo
mientras cocinamos...
Para 4 personas.
INGREDIENTES
12 Unidades de chorizos de cerdo al hinojo de El Escudo
2 Tazas de zumo de uva
1 Taza de tomates en lata picados
½ Cucharadita de semillas de hinojo en polvo
½ Cucharadita de semillas de cilantro en polvo
8g Aceite de oliva
10g Azúcar
Sal y pimienta al gusto
Primero se sofríen suavemente los chorizos, y se les agrega el zumo de uva y el tomate,
se deja hervir y se pone a fuego bajo. Se añaden el hinojo, el azúcar, las semillas de cilantro y se deja conservar por 30 minutos, o hasta que la salsa quede cremosa.
Se termina con sal y pimienta, y antes de servir se le pone un chorro de aceite de oliva.
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