Buscamos una cocina de
producto local,
de origen, que permita nuestra solidificación cultural y
que cuente silenciosamente los sabores y saberes ancestrales y los
ecos de nuestra tierra,
contando también el paso de las culturas y su
propia memoria sobre nuestro suelo.
Queremos que nuestros platos hablen de lo que somos, que cuenten historias entre líneas de nuestra región, que susurren a los campesinos y a los migrantes, que nos sacudan la memoria y logremos transmitir la complejidad de nuestro territorio dejándonos atravesar por los productos, los relatos, el eco de los ríos, y el viaje como movimiento constante que nos permite ir y venir entre el pasado del mestizaje y el festín de sabores que nos acompañan hoy en día a la mesa plural del suroccidente colombiano.