En la casa de Efraín se tecleaba sola la máquina de escribir. En las noches seguía sonando y sonando. Sebastián, y su hermano la oían cuando bajaban a hacer sus menjurjes en las madrugadas, tratando de mezclar los trocitos de carne del almuerzo, con algún trozo de lechuga, y se devolvían a mil por las escaleras de esa casa de dos pisos que tenía las habitaciones en la parte superior. Se decían entre ellos, para pasar el miedo, que era el viejito de al lado que una vez muerto, todavía guardaba mucho corrinche, y que seguro extrañaba esos tacos que hacía su mamá y que caían tan bien después de la fiesta. Las parrandas a esa altura de la adolescencia se habían vuelto una constante para ambos, que se cubrían el uno al otro, para llegar a deshoras y no despertar a sus papás. Pero la puerta de la cocina chirriaba, como los pasos vigilantes de los muchachos, y justo cuando estaban en la búsqueda de la salsa maestra, llegaba Doña Estela, y los subía de un grito. Y es que esos tacos mezclaban, una carnita de cerdo que ella hacía muy bien, condimentándola con cominos y ajíes. Y el guacamole que les ponía, bajaba la rasca, y curaba el guayabo. Lo malo, es que sabía hacerla justo los viernes, así que era imposible no llegar del Séptimo Cielo, y recordar que estaban allí guardados, casi, rogando ser comidos. Pero entre la bulla de la máquina de escribir del viejito, y la puerta alborotada de la cocina, los amaneceres del sábado terminaban bajo la colcha, recordando a las muchachas bailadas, añorando con maluquera el arrebatado manjar. Por eso es que aquí les dejo para que no se acuesten con las ganas, mañana viernes de bailoteo, y así tengan de fiesta #OtraOportunidad
Para escuchar #OtraOportunidad de @JimmyBosch
mientras preparamos unos...
Para 4 personas.
INGREDIENTES
1500 gr de brazo de cerdo
6 gr de chile pasilla despepitado
60 gr de chile chipotle despepitado
6 gr de chile guajillo despepitado
200 gr de zumo de naranja tangelo
30 grs de cilantro
35 gr de ajo
25 gr de cebolla de rama con la parte verde
25 gr de pimienta guayabita
10 gr de comino
1 anís estrellado
1 ramita de canela
6 gr de azúcar y sal al gusto
10 gr de semillas de cilantro
PARA EL ARMADO
1 lechuga Batavia grande
Limón
Guacamole
Jalapeños
Primero se tuestan sin aceite los chiles, y aparte sin aceite todas las semillas.
Luego se licúa todo y se pone en el brazo de cerdo cortado en varias partes.
Se empaca en una bolsa y se deja por 6 horas marinando.
Luego se pone al fuego bajo con 100 gramos de agua por 4 horas.
Al cabo de ese tiempo se desmecha y se reduce un poco la salsa para unirla a la carne.
Por otro lado se sacan capas enteras de lechuga y se compaña con guacamole,
limón, si se quiere con cebolla de rama en rodajitas y un poco de jalapeños.
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